Stonehenge, Puma Punku, los Moái de la isla de Pascua o las grandes pirámides egipcias, apenas son una pequeña muestra de la escandalosa variedad de ejemplos que nos hacen pensar en cómo fue posible que las culturas primigenias de la humanidad fueran capaces, con unos medios a menudo tan rudimentarios, de hacer obras que todavía hoy nos maravillan por su complejidad, ingenio e inventiva. Estos monumentos encierran grandes conocimientos que según antiguas tradiciones fueron transmitidos a la humanidad por unos seres o entidades a las que hoy llamamos antiguos astronautas.
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El Códice Ovni de los antiguos astronautas
Este es un libro fundamental para desentrañar dicho misterio, el de los antiguos astronautas. Y es que estos monumentos se encuentran entre las piezas más enigmáticas de una época recóndita de la Historia y a menudo plagada de lagunas que se resolverían fácilmente si tenemos en cuenta la hipótesis de paleocontacto.
Si bien la teoría de los antiguos astronautas o alienígenas ancestrales comenzó a ser difundida a mediados de la década de los cincuenta, no ha sido hasta hoy cuando hemos podido sostener pruebas contundentes, que son precisamente las que se exponen en la obra. Esta teoría sostiene que en la antigüedad hubo unos visitantes extraterrestres que de hecho fueron los artífices de dichas construcciones y que, además, sirvieron de inspiración para las deidades en las que dichos pueblos creían.
El libro sostiene muy sagazmente que ciertos artefactos, dispositivos y construcciones requerían una pericia y un conocimiento tecnológico muy superiores a los que cabría esperar en dichas civilizaciones. En efecto, se nos ilustra sobre cómo algunos “visitantes” pudieron haber venido de tierras lejanas con el propósito de diseminar y dirigir la vida en nuestro planeta con la intención de extenderla y preservarla. Esta teoría es también defendida nada más y nada menos que por Francis Crick, descubridor de la estructura de doble hélice del ADN.
Aquellos divinos arquitectos y visitantes de las estrellas provocaron, en fin, con sus hazañas, el culto de unos humanos que ciertamente debieron tomarles por seres de una inteligencia superior, y en ellos se inspiraron para hacer las representaciones de dioses como Osiris. Numerosos testimonios bíblicos como Ezequiel o el propio Génesis nos dan cuenta de cómo hubo una comunión entre los dioses y los humanos de la que estos tomaron la forma, los ritos y la intención de adorar a aquellos como formas superiores, es decir, hubo comunicación e inspiración entre ellos.
La teoría de los antiguos astronautas cuenta con Erich Von Däniken, Giorgio A. Tsoukalos y Linda Moulton entre muchos otros, todos ellos obligados a lidiar con la teoría académica y su dominio absolutamente dictatorial sobre el pensamiento global. Contra todos los grupos de poder que operan sobre el consciente y el inconsciente colectivo, esta teoría y la verdad ganan cada vez más adeptos.
Existe un gran vacío histórico e historiográfico de un periodo tan remoto como la Antigüedad, que es ni más ni menos que el principio de todas las culturas humanas, y a la vez el de mayor importancia. El mayor misterio, averiguar cómo surgió la civilización y sobre todo cómo unos seres tan humildes como los primeros humanos organizados pudieron llevar a cabo las tareas de las que venimos hablando.
Qué explica este libro de paleocontacto
El libro «El Códice Ovni» explica cómo pudo suceder el transporte de dichos visitantes o cómo la mayoría de culturas poseen en su imaginario menciones a contactos con “seres venidos de las estrellas”.
Definitivamente, son muchas las pruebas que podemos aportar en favor de esta teoría; sin embargo, son también muchos los interrogantes que nos asaltan cuando reflexionamos sobre ello.
Con la intención de despejar tus dudas, que las tendrás, y alimentar tu interés sobre un aspecto tan crucial de la Historia de las civilizaciones, debes leer la obra «El Códice Ovni. Paleocontacto», un trabajo rigurosamente serio, documentado y profuso en cuanto a pruebas e información sobre el tema. Este texto te desvelará todos los misterios en torno al tema, pero por encima de todo debe servirte para contestar a las que quizás sean las dos mayores preguntas de nuestra existencia: ¿de dónde venimos? y ¿quiénes somos?