Semilla extraterrestre lleva de cabeza a los científicos

Los científicos de la Universidad de Buckingham han descubierto un misterioso organismo que les ha dejado totalmente desconcertados. Llegado desde el espacio, podría tratarse de una semilla extraterrestre, una simiente enviada a la Tierra por alguna civilización alienígena.

 

El 14 de enero de 2015 se daba a conocer la noticia por parte de la universidad británica. En España apenas el periódico La Vanguardia se hizo eco de la primicia justo dos días después. Fue el astrobiólogo Milton Wainwright junto a su equipo de investigadores los artífices de tan singular hallazgo, mientras examinaban diversos tipos de polvo y otros escombros espaciales que habían recogido mediante un globo enviado a la estratosfera.

La fotografía muestra una rara esfera de metal que proyecta una suerte de material biológico viscoso como si de un agente infeccioso se tratara. Su tamaño es similar a la anchura del cabello humano. La bola está compuesta de titanio y vanadio, y recubierta con filamentos. Si bien su origen todavía es un enigma, los expertos opinan que contiene material genético; una especie de precursor de la vida.

Se barajan varias teorías para explicar su procedencia. Podríamos estar delante de un microorganismo diseñado para sembrar y propagar la vida extraterrestre en la Tierra, según apunta Chandra Wickramasinghe, el director del Centro de Astrobiología de la Universidad de Buckingham. Para él esta esfera es concluyente como prueba de vida alienígena.

Sin duda nunca antes se había visto nada igual. Este descubrimiento sugiere la existencia de vida más allá de las fronteras de nuestro planeta y además, plantea la posibilidad de que otros seres o civilizaciones estén observando la Tierra.

No obstante, el descubrimiento del profesor Milton podría esconder un propósito realmente espeluznante, ya que la “criatura” muestra las características de un ente configurado deliberadamente para ser enviado a la Tierra e infectar todo el planeta.

Y es ahora justo cuando la teoría de la panspermia cobra su máxima expresión, especialmente la conocida como “panspermia dirigida”. Una suposición que parecía propia de una saga de ciencia ficción, pero que algunos científicos de la talla de Sir Francis Crick, célebre ganador del Premio Nobel por el descubrimiento de la estructura del ADN, siempre se han tomado muy en serio.

Claro está que no se podrá corroborar la hipótesis a no ser que demos con la supuesta civilización que habría mandado estas simientes de vida. Aun así, es una línea de investigación tan válida como interesante.

Otra opción es que hubiese llegado hasta las cercanías de la Tierra a bordo de un cometa.

En este punto resulta de vital importancia saber que la NASA esté enviando a la estratosfera otro globo en busca de vida microscópica. Qué duda cabe que a los de la agencia norteamericana les ha picado bien fuerte el gusanillo de la curiosidad… ¿por qué será?

Y es que cada día se está más cerca de probar que la vida tal y como la conocemos, que se originó y desarrolló en la Tierra, tiene sus raíces en las alturas, o dicho de otro modo, llegó del espacio. No resulta extraño que constantemente se estén detectando lluvias de virus y bacterias que caen del cielo pues.

Desde luego la mayoría de medios se han mostrado bastante discretos con esta noticia, por no decir que ni siquiera la han nombrado. Tal vez sea por ignorancia o no, pero empieza a resultar demasiado frecuente que se olviden de tan importantes descubrimientos.

De confirmarse el origen extraterrestre del microorganismo, tal y como apuntan los científicos e investigadores de la Universidad de Buckingham, seguramente estaríamos delante de un hallazgo trascendental. La historia de la Humanidad y de la vida en la Tierra pende en este momento de un hilo que podría significar un gran paso para la misma, en busca de su comprensión y origen… y quién sabe si de nuestros “creadores”.